Voluntades de hierro en el desierto saharaui

Miranda 28/06/2008

Una refugiada acercó ayer a Miranda su experiencia como activista en defensa de la autodeterminación del Sáhara Occidental
Soultana Khayya, minutos antes de dar la conferencia

Aminetu Haidar, destacada activista defensora del pueblo saharaui, no pudo ayer participar en Miranda en la conferencia prevista. Esta reconocida luchadora por la autodeterminación del Sáhara Occidental no logró el visado necesario para viajar a España. Pero la voz de los saharauis sí que se oyó en Miranda, ya que Soultana Khayya, estudiante, e igualmente activista en defensa del Sáhara cidental, suplió con solvencia a Haidar, contando su experiencia, igualmente cargada de las mismas dosis de sufrimiento que de amor por su pueblo. Recién
llegada de Barcelona Sultana Khayya defiende actos como este que permitan dar a conocer la situación que denuncia. «El pueblo saharaui es víctima de una invasión desde el 1975 hasta hoy día, vive un éxodo entre los campamentos refugiados, los territorios ocupados, el sur de Marruecos, y es víctima de la continua agresión Marroquí», de hecho recordó que ayer mismo un activista fue brutalmente agredido por la policía marroquí. Ella misma fue víctima del ejército que le dejó tras una paliza sin uno de sus ojos, pero recordó que «nuestra voluntad es de hierro, estamos dispuestos a seguir, y con la solidaridad mostrada por pueblos como Miranda nos sentimos más fuertes», dijo. No obstante reconoció que España es un país que «tiene que hacer y debe hacer, nos consideramos todavía bajo la tutela española, que fue la que nos entregó a Marruecos cuando debería haber entregado los territorios saharauis al propio pueblo saharaui, tiene plena responsabilidad», lamentó.

Soultana dice que su pueblo «está con fuerza para seguir luchando, porque está en nuestra sangre, en nuestra mente, en pequeños y grandes», y desea que la gente pueda ver la realidad que sucede en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Cree que la situación es evidente en todo el mundo: «El que quiere [el país] apoyarlo sabe cuál es la situación, pero el que no quiere, ya estamos hablando de posturas políticas, pero creo que los países deben estar al lado de la víctima».