La escasa promoción del proyecto de autonomía para El Sáhara Occidental, diseñado por Marruecos, compromete la carrera diplomática del cónsul en Las Palmas, Abderramán Leibek. Según fuentes de toda solvencia, la Administración en Rabat tiene decidido su relevo después del verano.
Abderramán Leibek lleva menos de ocho años en Canarias y ººaunque se ha mantenido disciplinado en la siempre «compleja» relación con las instituciones locales a causa del conflicto saharaui, su brillo «ha decaído en los dos últimos años».
El propio cónsul sabe que sus días en las Islas están contados. Está a la espera de que una llamada de la capital marroquí suponga el fin de su carrera diplomática en Canarias.
En su contra ha pesado el escaso protagonismo que el consulado ha dispensado al proyecto de autonomía de El Sáhara Occiedental, cuyas principales líneas están extraidas del estatus jurídico de Canarias.
De hecho, en los dos últimos años, Marruecos ha despositado «grandes esperanzas» en que el «pueblo canario» conozca la realidad de El Sáhara, «su progreso y su desarrollo», pero «la misión apenas ha tenido eco».
Aunque la diplomacia alauita es muy sutil, el descontento hacia la figura de Leibek ha influido para que se promueva su relevo por «alguien con un perfil más político», según las fuentes consultadas.
Además, en los últimos años, la representación institucional de Marruecos ha quedado muy difuminada. Cerraron las oficinas de turismo y de la compañía aérea RAM; el edificio consular pasó de una zona noble a una pequeña calle de Guanarteme; el personal consular también se ha reducido y la participación de las instituciones marroquíes en los foros sociales es muy limitada. «Esta filosofía no concuerda con la renovación de ideas, democracia y desarrollo de Marruecos».
El relevo se produciría después del verano. Leibek podría ocupar una wilaya en una ciudad del interior de Marruecos.
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